domingo, 27 de junio de 2010

metales como catalizadores

El catalizador tiene como misión disminuir los elementos
polucionantes contenidos en los gases de escape de un
vehículo mediante la técnica de la catálisis. Se trata de un
dispositivo instalado en el tubo de escape, cerca del motor,
ya que ahí los gases mantienen una temperatura elevada.
Esta energía calorífica pasa al catalizador y eleva su propia
temperatura, circunstancia indispensable para que este dispositivo
tenga un óptimo rendimiento, que se alcanza entre
los 400 y 700 grados centígrados.

Exteriormente el catalizador es un recipiente de acero inoxidable,
frecuentemente provisto de una carcasa-pantalla
metálica antitérmica, igualmente inoxidable, que protege
los bajos del vehículo de las altas temperaturas alcanzadas.
En su interior contiene un soporte cerámico o monolito, de
forma oval o cilíndrica, con una estructura de múltiples celdillas
en forma de panal, con una densidad de éstas de
aproximadamente 450 celdillas por cada pulgada cuadrada
(unas 70 por centímetro cuadrado). Su superficie se
encuentra impregnada con una resina que contiene elementos
nobles metálicos, tales como Platino (Pt) y Paladio
(Pd), que permiten la función de oxidación, y Rodio (Rh), que
interviene en la reducción. Estos metales preciosos actúan
como elementos activos catalizadores; es decir, inician y
aceleran las reacciones químicas entre otras sustancias con
las cuales entran en contacto, sin participar ellos mismos en
estas reacciones. Los gases de escape contaminantes generados
por el motor, al entrar en contacto con la superficie
activa del catalizador son transformados parcialmente en
elementos inócuos no polucionantes.

Maria Linarez
secc1 ees

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